El cine es un auténtico cañón de héroes. Toda historia tiene sus conflictos, sus protagonistas y personajes secundarios, con uno o más héroes explícitamente representados o no, con o sin superpoderes.
Las balas de cañón de más de 50 libras son los Marvel & Company. Pero hay balas amorfas muy interesantes.
Me refiero a los superhéroes-supervillanos sin ningún tipo de superpoder exceptuando su descomunal inteligencia y dedicación. Los asesinos en serie de los thrillers criminalísticos que piensan, ejecutan i solventan sus crímenes a la perfección y con motivos racionales susceptibles de ser defendidos.
En estos films el protagonista en realidad es el detective encargado del caso, que suele ser una pareja de poli joven-poli viejo acompañados muchas veces por una astuta y audaz investigadora, además de atractiva, la cual puede llegar a estar en peligro y debatirse su vida entre el prota bueno y el prota malo.
Solemos decantarnos inevitablemente por el prota malo, que ejerce de justiciero perverso. Es muy carismático y goza de una irracional racionalidad que atrae y acaba suscitando una peculiar atracción.
Seguramente Freud nos podría explicar el por qué de esta atracción, de la fascinación por una mente maravillosa al servicio del mal en tanto que construcción social, ya que el sujeto en cuestión ejerce el bien, al menos a su parecer.
Creo que un buen ejemplo es el Zarathustra de Nietzsche. Ser superior, héroe sin superpoderes, en posesión de la verdad, al menos “su verdad”; arisco, extravagante e incomprendido.
En cine podríamos hablar por ejemplo de Seven, Saw, V de Vendetta.
En Seven se cumplen todas las características de los susodichos films.
John Doe es un asesino en serie, psicópata intelectual y metódico que realiza sus crímenes en base a los siete pecados capitales. Interpretado por Kevin Spacey y perseguido por dos policías –viejo y joven- (Morgan Freeman y Brad Pitt), su último acto es magistral.
Aquí podéis ver una parodia de la escena final realizada por Radiohead, con la canción 15 step.
Saw: ¡Fin del juego! John Kramer padece cáncer y le quedan pocos meses de vida. Quiere enseñar a la gente a apreciar sus vidas.
Sus víctimas no son escogidas al azar y no realiza ningún asesinato. Son crueles y grotescas pruebas en las que los pecadores podrán salvarse aunque con algún que otro sacrificio.
V de Vendetta:
Nos encontramos en un supuesto futuro en que el mundo está inmerso en una guerra nuclear y en el Reino Unido hay un gobierno fascista.
El señor “V”, anarquista revolucionario, emula a Guy Fawkes con su característica máscara y dedica todo su empeño en derrocar el gobierno y adoptar el anarquismo.
Así, este personaje goza de una clara justificación y motivación.
Remember, remember, the fifth of november.
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