Llegué tarde al In-Somni. Sabía que Russian Red no había tocado e intuía que Mendetz tampoco, a menos que la organizació fuera estúpida, que por poco probable que sea, siempre da un cierto miedo. Así que me quedé más tranquilo al ver a Stefano Maccarrone (Voz y Guitarra) y a Jan Martí (Voz y teclado) merodeando en la zona sud del concierto, hablando con su amigo del stand de CD'S y camisetas del grupo, y con algún conocido. Cuando digo "algún conocido" me refiero a siempre el mismo, ya que eran como dos asistentes más en el bonito espacio de los Jardines de la Muralla de Girona, pasando completamente inadvertidos. Pocos fans en Girona. Tiraba más Russian Red.

Esto se notó cuando por fin tocó
Mendetz, el útlimo de la noche. Presentaron su nuevo álbum,
Souvenir y tocaron cuatro canciones de su primer álbum:
Sofa, The boola shines in a pink neon room, Maximo Truffato y, cómo no,
Futuresex. Esta última conocida y cantada/bailada por la mayoría, pero el clima era más de ¿qué nos van a ofrecer? cuando sonaban las nuevas canciones. Mendetz dejó atrás el estilo desgarrado y frenético de sus primeros temas y parece que cada vez más olvidará su anterior trabajo, el
casiopunk que los caracterizaba. Ese que hizo poner en pie a todos los asistentes cuando sonó
Boola.
No podía evitar sentir una leve esperanza al oír "The Boola has come back again", y esperaba oír
The Sheep Omal, Inside!, F.O.M.E.N.A y la explosiva
The Ground -esta última como bis, ya que en caso de dejar satisfecho al público, al acabar
The Ground se quedaría saciado y con un mejor que buen sabor de boca-.

La rutina fue la misma que en la presentacion de
Souvenir en Barcelona la semana anterior. Mendetz tocó las cuatro mismas canciones de su anterior trabajo y presentó
su nuevo álbum.
Botino's Beach y
Flashback estuvieron realmente bien y gustaban, pero lo mejor fue el final:
Souvenir y
Wolfdance. Los dos "temazos" del nuevo álbum juntos y en directo, en el mejor momento de Mendetz, superando con creces el CD. Cuando están los cuatro miembros de la banda dándole al máximo (¡y disfrutando!) es impagable, y eso sucedió en su
ending. Fue eufórico, no el eufórico de sus anteriores temas, pero para ser Souvenir es MUY eufórico. Aún así, el público del
In-Somni, que venía de Russian Red y poco conocía a Mendetz; poco bailava/botaba/se entregaba.
De todos modos, se veía en sus rostros que gustaba y eso, en definitva, es lo que importa.
Sempre m'ha semblat una tonteria que els grups tinguin el mateix planning per cada concert. És per comoditat, per tenir una estructura i poder enllaçar cançons, i blabla, però com a assistent acabes fart de veure sempre el mateix.
ResponderEliminarI no tocar The Ground és pecat!